Un artista brasileño con sede en Londres se gana la vida como director creativo de publicidad. Ha estado dibujando casi toda su vida, pero ha mantenido sus dibujos escondidos. El año pasado, mientras que estaba en el Redchurch Street en Londres, un ladrillo le cayó por milímetros. Le hizo pensar que debería estar haciendo más o lo que le gusta: dibujo, y sacarlos de su escondite. Así pues, éste es un poco de su trabajo.